La iglesia tiene su origen en época románica, concretamente en el siglo XI. Entonces dependía de la canónica de San Vicente. Se encuentra mencionada desde el 1013.
En el transcurso del siglo XIV se rehízo el edificio (probablemente la obra ya había comenzado en el siglo anterior), levantando una nueva construcción en estilo gótico, de nave única y capillas laterales entre los contrafuertes. Esta nueva construcción se terminó y consagró en 1397. Más adelante, ya en el siglo XVI se añadió una cripta, donde se veneraban las reliquias de los santos mártires Celdonio y Ermenter.
Se trata de una iglesia de una nave central y dos laterales, con tres tramos y un ábside poligonal. Al sur hay una puerta y al lado norte una segunda puerta gótica, con arquivoltas y decoración bastante desgastada. En el interior, son también interesantes las claves de bóveda decoradas con policromía.